Reflexiones ....


Amados, un sinfín de cosas han cegado nuestros ojos; Una multitud de distinciones teológicas y superficialidades religiosas han establecido una dicotomía entre nuestro Padre  Dios y una teoría de El. Pero todavía hay esperanza si hay tan sólo unos pocos que tengan verdadera sed de nuestro Padre . Esto es lo único que cuenta : el único eslabón que no podrá ser tergiversado por la autosuficiencia,egocentrismo,vanidad,reconocimiento,manipulación y engaño de los hombres.Es por eso que nuestros lazos no están atados a ninguna organización , sino sólo al Dios viviente, a su Hijo Amado nuestro Señor y Salvador y a su Santo Espíritu; Así acudiremos humildes a su Cruz, aprenderemos la realidad de su poder, de su fortaleza y de su resurrección,Por ello la señal de un verdadero discípulo debe ser por encima de todo, su hambre y sed de Dios. Nuestro Señor dijo " Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.-                      



" Oh Jesús, con mansedumbre y humildad de corazón, escúchame. Líbrame, Señor Jesús:
del deseo de ser estimado,
del deseo de ser amado,
del deseo de ser ensalzado,
del deseo de ser honrado, 
del deseo de ser alabado, 
del deseo de ser preferido a otros,
del deseo de ser consultado,
del deseo de ser aprobado, del temor de ser humillado, 
del temor de ser despreciado,
del temor de ser reprendido,
del temor de ser olvidado,
del temor de ser ridiculizado,
del temor de ser agraviado,
del temor de ser tenido por sospechoso,
Y dame, Jesús, la gracia de desear:
Que otros puedan recibir más amor que yo, 
que otros puedan ser más estimados que yo,
que en la opinión del mundo otros puedan 
aumentar y yo disminuir,
que otros puedan ser escogidos y yo 
desechado, que otros puedan ser alabados y yo desestimado, que otros puedan ser preferidos 
a mí en todo, que otros puedan ser más santos que yo.
Y Ayúdame, Señor, para que yo pueda ser
todo lo santo que debería ser".  Espero con todo mi corazón que esta oración sea una verdad en nuestras vidas, porque estoy seguro nos asemejaremos algo más, a Nuestro Señor... Que la Paz de Nuestro Señor y Salvador inunde sus vidas... Pr. Patricio P.D.